El primer año de la ley CHIPS: ¿dónde estamos?
Hace un año, el presidente de EE. UU., Biden, promulgó la ley CHIPS y Ciencia (CHIPS), que supuso una inversión de casi 53 000 millones USD en fabricación, investigación y desarrollo de semiconductores y mano de obra estadounidenses. Pero, ¿cuáles son sus efectos?
Además de los 53 000 millones USD antes mencionados, la ley también creó un crédito fiscal del 25 por ciento para inversiones de capital en la fabricación de semiconductores. Como ya se ha señalado, los semiconductores se inventaron en Estados Unidos, pero hoy el país sólo produce alrededor del 10 por ciento de la oferta mundial y ninguno de los chips más avanzados. Del mismo modo, las inversiones en investigación y desarrollo han caído a menos del 1 por ciento del producto interno bruto (PIB), desde el 2 por ciento de mediados de los años 60, en el apogeo de la carrera espacial, escribió la Casa Blanca en un comunicado de prensa.
La ley CHIPS y Ciencia pretende cambiar todo esto impulsando la competitividad de EE. UU., haciendo más resistentes las cadenas de suministro estadounidenses, apoyando la seguridad nacional y el acceso a tecnologías clave.
Hace ahora un año que se promulgó la ley CHIPS, ¿cuáles son sus efectos? Pues bien, desde entonces, las empresas han anunciado más de 166 000 millones USD en fabricación de semiconductores y electrónica, y al menos 50 universidades de 19 estados han anunciado una programación nueva o ampliada para ayudar a los trabajadores estadounidenses a acceder a puestos de trabajo en la industria de los semiconductores.
En total, desde el inicio de la administración Biden-Harris, las empresas han anunciado más de 231 000 millones USD en compromisos de inversión en semiconductores y electrónica en Estados Unidos.