Intel y Apollo inician empresa conjunta para impulsar manufactura de semiconductores
Con una inversión de 11 mil millones de dólares, la nueva empresa conjunta busca ampliar la capacidad productiva y la flexibilidad financiera de Intel.
Intel Corporation y Apollo han concretado un acuerdo estratégico que involucra la creación de una empresa conjunta en torno a la fábrica Fab 34 de Intel, ubicada en Leixlip, Irlanda.
Esta alianza implica una inversión de 11 mil millones de dólares por parte de fondos gestionados por Apollo para adquirir un 49% de participación en la empresa conjunta.
Estrategia ampliada y expectativas de crecimiento
La instalación Fab 34 se distingue por ser un centro de manufactura de alto volumen, que emplea tecnologías avanzadas de procesamiento Intel 4 e Intel 3.
A través de este acuerdo, Intel busca reasignar una porción significativa de su inversión inicial en Fab 34 hacia otras áreas estratégicas de su negocio, manteniendo control total y propiedad sobre las operaciones de la planta.
Según expresaron desde Intel, este acuerdo permitirá a la compañía aumentar su flexibilidad operativa y financiera, vital para expandir su capacidad productiva global y satisfacer la demanda internacional de semiconductores.
Además, resaltaron que estas inversiones serán cruciales para desarrollar una cadena de suministros de semiconductores más robusta y sostenible, particularmente en regiones como Estados Unidos y Europa.
Por parte de Apollo, se mencionó el compromiso de la firma con proporcionar soluciones de capital innovadoras que apoyan la infraestructura tecnológica necesaria para el desarrollo de la economía digital, incluyendo la inteligencia artificial y otras tecnologías emergentes.
Avances y proyecciones del joint venture
La empresa conjunta resultante de este acuerdo tendrá derechos para la fabricación de obleas en Fab 34, con el objetivo de cubrir tanto las necesidades a largo plazo de Intel como las de sus clientes de fundición. Intel conservará una mayoría controladora del 51% en la joint venture, asegurando su influencia decisiva en las operaciones.
Este pacto estratégico está programado para finalizarse en el segundo trimestre de 2024 y se anticipa que el aporte de capital será considerado similar al de una participación accionaria para propósitos de calificación crediticia.
Se espera que los beneficios económicos directos sean moderados inicialmente, pero que aumenten conforme la planta alcance su capacidad operativa total.
