Intel exige a sus proveedores cumplir estrictas reglas por nuevas tarifas en EE. UU.
La compañía tecnológica impone nuevas políticas de control para evitar retrasos o multas en sus envíos tras la entrada en vigor de aranceles del 25 %.
Intel ha decidido endurecer sus políticas de cumplimiento para todos sus proveedores que envían productos a Estados Unidos que contengan acero o aluminio.
La medida llega tras la entrada en vigor, el próximo 12 de marzo de 2025, de un nuevo paquete de tarifas impuestas por el gobierno estadounidense, que establece un arancel adicional del 25 % a productos fabricados con estos metales y elimina todas las exenciones anteriores.
El acero y el aluminio, claves en la industria tecnológica
Aunque muchos asocian a Intel solo con chips de silicio, la realidad es que la compañía utiliza grandes cantidades de aluminio y acero inoxidable en diversos componentes.
Estos metales están presentes en múltiples productos esenciales, desde los disipadores térmicos (heatsinks) y sus anclajes, hasta las cubiertas de los procesadores, zócalos de CPU, tarjetas gráficas, aceleradoras o sistemas de refrigeración.
Por este motivo, Intel ha establecido un nuevo protocolo para sus proveedores, exigiendo información detallada sobre los materiales utilizados. Esto incluye el peso y valor de las piezas de aluminio o acero, así como la procedencia exacta de los metales utilizados en la fabricación.
Requisitos estrictos para garantizar trazabilidad
En el caso del aluminio, los proveedores deben especificar el país o países donde se fundió el metal originalmente y dónde se realizó el último proceso de moldeo. Si se trata de aluminio reciclado, es obligatorio indicar el país de origen del producto final.
Para el acero, la normativa exige declarar el país donde el metal fue fundido y vertido por primera vez, además de aportar un certificado oficial de la planta siderúrgica (steel mill certificate).
Intel también ha puesto a disposición de sus socios un formulario oficial de declaración jurada, que deben completar y enviar por correo electrónico para facilitar el proceso aduanero y evitar demoras o sanciones.
Además, aclara que no importa si los productos se adquirieron a través de intermediarios, brokers o fabricantes locales: la obligación de rastrear y declarar el origen de los materiales sigue siendo la misma.
Incluso los repuestos de garantía, herramientas o kits de instalación previos a la fabricación están sujetos a estos controles, siendo el valor del metal definido por su precio de compra original, antes de cualquier proceso de transformación.
Intel ha insistido en que trabajará de manera cercana con toda su cadena de suministro para mantener la transparencia y garantizar el cumplimiento de la nueva normativa aduanera de Estados Unidos.
