
Stellantis sopesa vender Maserati ante caída de ventas y falta de inversión
La automotriz está evaluando desprenderse de su única marca de lujo mientras reordena su portafolio global de marcas.
Stellantis, el gigante automotriz detrás de marcas como Jeep, Peugeot y Chrysler, está considerando vender Maserati, su única marca de lujo, como parte de una estrategia más amplia para reorganizar su extenso portafolio de 14 marcas.
La información, revelada por dos fuentes cercanas a la compañía y citadas por la agencia Reuters, llega en un momento de incertidumbre para el fabricante, que además enfrenta una competencia feroz desde China y barreras comerciales en Estados Unidos.
Un futuro incierto para Maserati
Las conversaciones sobre el destino de Maserati comenzaron antes de la reciente designación del nuevo CEO, Antonio Filosa.
El presidente del consejo, John Elkann, puso sobre la mesa la viabilidad de cada una de las marcas del grupo, siendo Maserati una de las más cuestionadas debido a sus pobres resultados.
En 2024, la emblemática marca italiana de autos deportivos vendió apenas 11.300 unidades, una caída de más del 50 % respecto al año anterior. A esto se suma una pérdida operativa ajustada de 260 millones de euros.
Actualmente, Maserati no tiene nuevos modelos en el horizonte, ya que su plan de negocios fue suspendido por la propia Stellantis el año pasado. Su jefe de marca, Santo Ficili, aseguró que un nuevo plan se presentará pronto tras la llegada del nuevo CEO.
Venta en evaluación, pero sin decisión tomada
La consultora McKinsey fue contratada en abril para asesorar a Stellantis sobre el impacto de los aranceles estadounidenses en las operaciones de Maserati y Alfa Romeo.
Aunque oficialmente la compañía insiste en que «no está en venta», fuentes cercanas afirman que una desinversión sí está siendo considerada entre varias opciones.
El consejo directivo de Stellantis estaría dividido. Algunos miembros creen que mantener Maserati implica un alto riesgo sin garantías de éxito, mientras que otros consideran que venderla sería un golpe a la imagen del grupo.
Entre los potenciales compradores podrían figurar fabricantes chinos como Chery, que buscan marcas europeas consolidadas para ganar prestigio en la región.
La decisión final aún está en el aire, pero una cosa está clara. Stellantis necesita fijar prioridades si quiere seguir compitiendo a nivel global.