
TSMC se aleja de proveedores chinos para su producción de chips de 2 nm
La gigante taiwanesa toma precauciones ante posibles restricciones de EE. UU. y elimina equipos chinos de sus fábricas más avanzadas.
TSMC, el principal fabricante de semiconductores del mundo, ha comenzado a retirar gradualmente el uso de maquinaria china en sus líneas de producción más sofisticadas, específicamente aquellas destinadas a la fabricación de chips de 2 nanómetros.
Según un informe de Nikkei Asia, esta decisión se debe al temor de que nuevas regulaciones estadounidenses puedan afectar directamente su cadena de suministro.
Preocupación por nuevas normativas de EE. UU.
Fuentes citadas por el medio aseguran que la compañía está actuando con anticipación frente a la posible aprobación de la ley estadounidense Chip EQUIP Act, promovida por el senador Mark Kelly.
Esta legislación prohibiría que empresas beneficiadas con subsidios federales o incentivos fiscales adquieran equipos provenientes de “entidades extranjeras de preocupación”, una categoría que incluye claramente a los proveedores chinos.
Hasta ahora, TSMC había utilizado herramientas de origen chino como las de Advanced Micro-Fabrication Equipment Inc. China (AMEC) o sistemas de la firma Mattson Technology, comprada por un grupo chino en 2016.
Estos equipos estaban presentes en generaciones anteriores de chips avanzados, pero no formarán parte de los procesos de 2 nm, según las fuentes del informe.
Revisión profunda de proveedores y materiales
Además de reemplazar la maquinaria, TSMC también está realizando una evaluación exhaustiva de todos los materiales y productos químicos que utiliza tanto en Taiwán como en sus instalaciones en EE. UU. El objetivo es minimizar la dependencia de insumos chinos en toda su operación.
Mientras tanto, China continúa desarrollando su industria de equipos para semiconductores.
De acuerdo con TrendForce, el país ha logrado avances en áreas como grabado, deposición de películas delgadas y limpieza de obleas. Sin embargo, aún se encuentra muy rezagado en tecnologías críticas como la litografía o la implantación iónica, con tasas de localización por debajo del 10 % en algunos segmentos.
El movimiento de TSMC marca un punto clave en la batalla tecnológica global, donde las tensiones geopolíticas redefinen cada vez más la forma en que se fabrican los chips que alimentan el mundo digital.