
Empresas chinas de autos eléctricos priorizan inversiones en el extranjero por primera vez
En 2024, la industria china del vehículo eléctrico invirtió más fuera del país que dentro, marcando un giro histórico en su estrategia de expansión global.
Por primera vez, las empresas chinas del sector del vehículo eléctrico (VE) destinaron más recursos a proyectos en el extranjero que al propio mercado nacional, de acuerdo con una publicación de Bloomberg en Línea.
Un informe de la firma de análisis Rhodium Group, publicado el lunes pasado, develó que en 2024 se invirtieron alrededor de 16.000 millones de dólares fuera del país, superando levemente los 15.000 millones invertidos dentro de China. Esta tendencia, calificada por el informe como un “cambio histórico”, refleja un vuelco estratégico tras años en los que hasta el 80 % de la inversión se mantenía en territorio nacional.
El giro tiene como telón de fondo un mercado chino saturado, donde la sobrecapacidad y una prolongada guerra de precios han reducido significativamente los márgenes de beneficio.
Las compañías buscan ahora oportunidades en el exterior, motivadas también por la necesidad de sortear aranceles en Europa y Estados Unidos, así como por la presión de clientes internacionales para localizar la producción.
Baterías: el motor de la inversión exterior
La mayor parte del capital destinado al extranjero proviene de fabricantes de baterías, una rama clave dentro de la cadena de suministro del vehículo eléctrico.
Empresas como CATL, Envision Group y Gotion High-Tech han seguido los pasos de gigantes como Tesla y BMW, estableciendo plantas en otros continentes para reducir costes logísticos y responder a la demanda local.
CATL, por ejemplo, declaró en junio que la expansión internacional es su “prioridad número uno”, mientras que BYD ya opera en Brasil y Tailandia y proyecta instalaciones en Turquía e Indonesia. No obstante, no todo marcha sobre ruedas, solo el 25 % de los proyectos internacionales han sido finalizados, frente al 45 % en China, donde los procesos son más ágiles y predecibles.
Obstáculos políticos y presión interna
A pesar del impulso exterior, los desafíos son múltiples. Los proyectos en el extranjero enfrentan costos más elevados, plazos más largos y riesgos políticos significativos.
Recientemente, BYD suspendió indefinidamente la construcción de una planta en México debido a la incertidumbre sobre la política comercial de EE. UU.
Además, el gobierno chino observa con preocupación esta salida de capital y capacidades industriales. Temores por la transferencia de tecnología, la pérdida de empleos y un posible vaciamiento del sector están llevando a Pekín a considerar un mayor control sobre las inversiones en el exterior.