Ford y SK On ponen fin a su empresa conjunta de baterías en EE. UU.

Según Reuters, Ford asumirá la propiedad total de las plantas de baterías en Kentucky, mientras que SK On tomará el control de la instalación en Tennessee. La producción continuará sin interrupciones; el cambio afecta a la gobernanza, no al volumen de fabricación.

Un proyecto marcado por la evolución de la demanda de vehículos eléctricos

La empresa conjunta entre Ford y SK On, creada en 2022, tenía como objetivo asegurar la producción nacional de baterías de ion-litio para el creciente portafolio de vehículos eléctricos de Ford. El lanzamiento y la estrategia inicial del proyecto fueron ampliamente cubiertos en su momento por *Reuters* y otros medios especializados del sector.

En 2025, BlueOval SK comenzó la producción de celdas en su planta de Kentucky, un hito recogido por Electrive y EV Infrastructure News, que destacaron el papel del sitio en el suministro de celdas para la F-150 Lightning y la E-Transit.

Sin embargo, durante 2024 y 2025, diversos medios —incluidos Bloomberg y Electrive— informaron de una adopción de vehículos eléctricos en Estados Unidos más lenta de lo previsto. Este desequilibrio entre oferta y demanda llevó a las plantas de la empresa conjunta a buscar clientes adicionales y reconsiderar la planificación de producción. Este contexto ayuda a explicar por qué Ford y SK On están ahora reestructurando su cooperación.

Dos fábricas, dos caminos independientes

La división de activos es clara:

• Ford seguirá desarrollando y operando las plantas de Kentucky,
• SK On se centrará en Tennessee y en su propia estrategia de expansión en EE. UU.

Analistas del sector señalaron recientemente que ambas partes parecen priorizar la agilidad operativa frente a una estructura conjunta rígida. En la práctica, la capacidad productiva se mantiene; lo que cambia es el control estratégico.

La localización sigue siendo clave en la estrategia estadounidense

El proyecto original BlueOval SK recibió un importante apoyo federal. A finales de 2024, anuncios del Gobierno de EE. UU. —incluidas declaraciones del Departamento de Energía y recogidas por Reuters— detallaron un préstamo multimillonario destinado a respaldar la construcción de las plantas de Kentucky y Tennessee. El liderazgo político en Kentucky, incluido el despacho del gobernador, ha subrayado repetidamente el papel de estas instalaciones en el fortalecimiento de la cadena de suministro de baterías para vehículos eléctricos.

Esto refuerza una tendencia más amplia en la política industrial estadounidense: la localización de la fabricación crítica de baterías y componentes electrónicos para reducir la dependencia de las importaciones, especialmente de Asia.

Qué implica esto para la industria electrónica

Una planta moderna de baterías está profundamente interconectada con la cadena de suministro de electrónica. Su funcionamiento depende de:

• sistemas de gestión de baterías (BMS),
• semiconductores de potencia y módulos de potencia,
• equipos de prueba y diagnóstico de alta precisión,
• plataformas de automatización,
• cadenas de suministro químicas y de materiales.

Informes de Electrive, Bloomberg y medios especializados en manufactura han señalado que las cadenas de suministro de vehículos eléctricos en EE. UU. están en proceso de reconfiguración. Ahora que Ford y SK On seguirán caminos operativos independientes, los proveedores podrían enfrentarse a dos marcos de adquisición distintos, cada uno con sus propios requisitos técnicos y hojas de ruta de diseño.

Para los fabricantes de electrónica, proveedores de PCB, empresas EMS y diseñadores de semiconductores, esto puede traducirse en nuevas oportunidades, pero también en la necesidad de seguir de cerca las estrategias divergentes de ambas compañías.

¿Una separación estable?

Aunque la disolución de una empresa conjunta pueda sonar disruptiva, el tono observado en las comunicaciones estatales y en la industria estadounidense sugiere lo contrario. La producción continúa, las inversiones siguen activas y la importancia estratégica de ambas plantas se ha reafirmado en declaraciones públicas de funcionarios estatales.

En un mercado donde la demanda de baterías para vehículos eléctricos, los incentivos políticos y las cadenas de suministro cambian rápidamente, la transición de una empresa conjunta a dos operaciones gestionadas de forma independiente puede resultar menos una ruptura y más una adaptación, permitiendo que tanto Ford como SK On avancen más rápido y persigan sus propias prioridades tecnológicas y de aprovisionamiento.