La ESIA instó a la UE a intensificar el apoyo al sector de semiconductores
Ante la necesidad de avanzar tecnológicamente, se propone un nuevo paquete de medidas y la designación de un Enviado Especial.
El principal grupo de la industria de semiconductores de Europa, la European Semiconductor Industry Association (ESIA), ha hecho un llamado urgente a la Unión Europea para que implemente medidas decisivas en apoyo al sector.
Entre las solicitudes de ESIA está la aceleración de la ayuda financiera, la creación de un paquete de soporte renovado denominado «Chips Act 2.0», y la designación de un Enviado Especial que defienda los intereses de esta industria vital.
Foco en la competitividad y la seguridad económica
Según ESIA, la nueva política de semiconductores de la Comisión Europea entrante debería reducir las restricciones de exportación y concentrarse en fortalecer las áreas donde las empresas europeas ya poseen ventajas competitivas.
Además, la asociación, que representa a gigantes como Infineon, STMicroelectronics y NXP, así como a institutos de investigación como imec, Fraunhofer y CEA-Leti, enfatiza la necesidad de una asignación de ayuda más ágil.
En abril de 2023, se introdujo el primer «Chips Act» de la UE, un plan de subsidios que ascendía a 43 mil millones de euros con el objetivo de incrementar la participación de Europa en el mercado global de chips al 20% para el 2030.
Sin embargo, un análisis crítico reciente de la interfaz del think-tank alemán sugiere que Europa podría no estar en camino de alcanzar este objetivo, manteniéndose sin superar el 15% del mercado global en los últimos 40 años.
Además, la política de exportación también está en revisión. ESIA reconoce la necesidad de proteger la tecnología y garantizar la seguridad, pero propone un enfoque más proactivo basado en el apoyo y los incentivos, en lugar de medidas restrictivas y defensivas.
Mientras tanto, el primer ministro holandés, Dick Schoof, anunció que su gobierno considerará los intereses económicos de ASML, líder del sector en los Países Bajos, al endurecer las reglas que limitan las exportaciones a China. Este cambio de política se alinea con las restricciones lideradas por Estados Unidos destinadas a frenar los avances tecnológicos y militares de China.
Este conjunto de medidas y propuestas busca reforzar la posición de Europa en una industria globalmente competitiva y asegurar su independencia y liderazgo tecnológico a largo plazo.