Volkswagen anticipa millonarias provisiones por posibles cierres de plantas en Alemania
La automotriz alemana podría reservar hasta 4.400 millones de dólares para cubrir los costos de una reestructuración histórica que incluiría el cierre de fábricas.
Volkswagen, el gigante automotriz alemán, se prepara para enfrentar una de las reestructuraciones más significativas en su historia reciente.
Según un informe de la firma de análisis Jefferies, la empresa podría destinar hasta 4.000 millones de euros (4.400 millones de dólares) en provisiones durante el cuarto trimestre del año para hacer frente a los costos asociados con una posible reducción de su capacidad de producción en Alemania.
Un plan de recortes sin precedentes
Esta decisión de recortar capacidad responde a la necesidad de Volkswagen de mantenerse competitiva frente a la creciente presión de sus rivales asiáticos.
La empresa ha considerado, por primera vez, el cierre de plantas en Alemania, una medida que refleja la urgencia con la que la dirección actual busca reducir costos y optimizar su operación.
Los analistas de Jefferies, que acompañaron a los ejecutivos de Volkswagen en un viaje por Norteamérica, señalaron que la compañía no tiene un «plan B» y que la reducción de capacidad parece ser la única vía viable para afrontar sus desafíos actuales.
Tensión con sindicatos y posibles conflictos laborales
La reestructuración también ha generado fricciones con los poderosos sindicatos alemanes. Recientemente, Volkswagen puso fin a un acuerdo de seguridad laboral que protegía a los trabajadores de seis de sus plantas en Alemania, lo que ha desencadenado una fuerte oposición sindical.
Aunque los sindicatos han prometido resistir cualquier recorte, Jefferies advierte que podrían verse presionados a negociar nuevos acuerdos. En caso de no llegar a un consenso, Volkswagen podría estar en condiciones de imponer despidos y cierres, lo que podría desembocar en conflictos laborales significativos.
Volkswagen no ha emitido comentarios oficiales sobre estas posibles medidas, lo que deja en suspenso la confirmación de estos cambios y sus implicaciones para la industria automotriz europea.