¿Hubo alguna vez escasez de semiconductores?

¿Cómo han podido aumentar tanto los ingresos de las empresas de EMS en plena crisis de los semiconductores? Esa es la pregunta que el analista de mercado, Dieter Weiss, planteó al público desde el escenario de la Evertiq Expo de Gotemburgo.

Ante la pregunta la sala quedó en silencio, completamente en silencio.

Weiss ilustró su punto de vista comparándolo con una pila de papel higiénico, argumentando que la crisis del papel que surgió durante la pandemia demuestra el mismo fenómeno que la crisis de los semiconductores. 

El papel higiénico tiene una demanda relativamente constante, y lo mismo puede decirse de los semiconductores, explica Dieter. Durante la pandemia, la gente no fue al baño con más frecuencia que antes; simplemente compró más papel. Esto ocurrió después de que cobrara fuerza un persistente rumor sobre el riesgo de escasez, algo que, según él, también ocurrió en la industria de los semiconductores.

“La demanda artificial no se basa en la realidad y tarde o temprano tendrá consecuencias negativas”, afirmó Dieter Weiss durante su presentación.

Se puede culpar en cierta medida a la industria automotriz, pero no por las razones que se podría pensar. No se trató de que detuvieron la producción por escasez de semiconductores, sino que simplemente habían producido demasiados coches durante los años anteriores.

Lo que esto describe es un atasco de tráfico: alguien frena ligeramente, el coche de detrás pisa el freno y otro coche más atrás se detiene por completo. Y ahora tenemos una cola. Las acciones siempre tienen consecuencias, y no siempre son iguales. Un ligero frenazo -o un rumor- puede desencadenar una reacción en cadena.

La industria europea del EMS creció un 4,9% en 2023. En Europa Occidental experimentó un aumento del 11,2%, mientras que en Europa Central y Oriental (CEE) se produjo un descenso del 1,8%. A pesar del crecimiento durante el 2023, este 2024 ha sido un año difícil para los fabricantes. La pregunta es: ¿dónde han ido a parar los pedidos? 

Según Dieter, la respuesta es dolorosamente sencilla: ya se han fabricado, hace dos años, y ahora están en las estanterías de los fabricantes de equipos originales, nada llega al cliente final. El mercado solo se recuperará cuando los fabricantes de equipos originales consigan eliminar sus excedentes. 

Entre 2015 y 2019, el inventario de materias primas para las empresas europeas de EMS constituía alrededor del 15% de los ingresos anuales. Desde entonces, el volúmen de existencias ha aumentado drásticamente. De hecho, en 2022 los fabricantes tenían un exceso de inventario de 6.400 millones de euros en comparación con los niveles normales. Y a pesar de los esfuerzos de la industria para reducir estos inventarios durante 2023, las empresas europeas de EMS todavía tenían 5.200 millones de euros en exceso de existencias.

Una cadena de suministro está formada por varias empresas diferentes que trabajan juntas: el fabricante, el distribuidor, el mayorista (o, en este caso, la empresa EMS) y el cliente final. Cada una trabaja de forma independiente, pero al mismo tiempo dependen unas de otras para un flujo constante de productos que permita a las empresas satisfacer sus necesidades. Y esa cadena de suministro se vio totalmente interrumpida en 2020.

¿Hubo una escasez real? En resumen, sí, pero no fue tan generalizada como la «escasez artificial» hizo parecer. Efectivamente, hubo escasez de microcontroladores durante una parte del 2021. Más allá de esto, Dieter sostiene que la crisis que experimentó el mercado fue una profecía autocumplida. Un rumor preocupante sobre una escasez inminente sembró el pánico entre los fabricantes de equipos originales, quienes a su vez aumentaron sus pedidos a las empresas de EMS, y de este modo se puso en marcha una reacción en cadena.

“Para los distintos mercados de la industria electrónica, la tasa media de crecimiento en los últimos 10 o 20 años ha sido de alrededor del 3,6%, y hay una regla muy clara: el mercado nunca salta”, afirmó Dieter Weiss desde el escenario. “Así que no piensen que de un día para otro el mercado subió un 20-25%, porque eso no ocurre”.

En la pantalla aparece un gráfico de 2021, que muestra que la industria de semiconductores consiguió aumentar su producción ese año.

“Durante 2021, la industria de semiconductores fue capaz de aumentar la producción, y no hablo de ingresos, hablo de cantidad, en un 21,6%. Una cantidad que es muy superior a lo que realmente necesita el mercado. Así que hay que preguntarse: ¿Por qué hemos tenido escasez?”.

Dieter vuelve a hablar sobre la industria automotriz. A menudo se dice que esta se desplomó debido a la escasez de semiconductores, pero no es cierto. El analista afirma que en realidad esto es completamente incorrecto, y las cifras lo demuestran. El declive comenzó ya en 2019.

“El problema fue que la industria automotriz, y en particular dos jugadores, Nissan y Volkswagen, estaban luchando de forma constante por la posición número uno en ventas globales. Competían duramente, y en 2018, Volkswagen fabricó tantos coches que tuvo que almacenar alrededor de 800 de ellos en el aeropuerto no terminado de Berlín porque no sabían dónde colocarlos.”

Esa era la situación. La industria automovilística empezó a desacelerarse en 2019 y se empezaron a fabricar menos vehículos. Luego llegó la pandemia de COVID-19, que creó importantes problemas para la industria automotriz. Pero aparte de eso, no hubo otros factores importantes. Entonces, ¿por qué de repente todo empezó a escasear?

Dieter describió un escenario en el que los gerentes de compras intentaron ser inteligentes con su planificación y los distribuidores se vieron incapaces de gestionar todos los pedidos.

“En respuesta a esto, los distribuidores implantaron una nueva regla: sin pedido fijo, no hay fecha de entrega. Por lo tanto, ya no se podía hacer ninguna planificación logística, porque había que pedir el producto para poder obtener la fecha de entrega”.

Entonces surgió un nuevo problema: ¿Qué pasa si una empresa tiene el semiconductor, pero le faltan las demás piezas necesarias para el PCBA?

La industria respondió empezando a pedir toda la lista de materiales y comprándolo todo de una vez. De esta manera, cumplieron exactamente lo que los distribuidores habían planeado: trasladar sus existencias a las empresas OEM y EMS. “Y, de repente, se acumulan enormes inventarios”.

Dieter repite: Nunca ha habido escasez real de semiconductores. Fue simplemente una profecía autocumplida. La información falsa sobre una escasez inminente hizo que las empresas compraran más de lo que realmente necesitaban, y ahora todo ese material está almacenado.

Ahora, en 2024, muchos se preguntan: ¿Dónde han ido a parar todos los pedidos?

“Ustedes ya fabricaron esos pedidos a sus clientes en 2022 y durante la primera mitad de 2023. Ahora están tirados en las estanterías de sus clientes, y como estos no vieron un salto en el mercado para sus clientes, todavía tienen sus inventarios llenos. Así que durante la segunda mitad de 2023, frenaron y dijeron que no habría más entregas. No necesitamos nada. Y muchos también dijeron que ya no necesitamos nada en 2024». 

Por eso, los ingresos de muchas empresas de EMS están disminuyendo entre un 10 y un 15%, y en el caso de las empresas más pequeñas, están cayendo entre un 20 y un 25%. Se trata de un problema autoinfligido por parte de la propia industria.

“Si me preguntan hoy ¿Cuándo volverán los pedidos? La respuesta es: Olvídense de 2024. Este año ya no pasará nada. Tendrán que aceptar el hecho de que sus ingresos serán mucho menores. Sólo en la primera mitad del año que viene verán un alivio», concluyó Dieter, instando a todos los oyentes a buscar las herramientas de planificación adecuadas que puedan ayudar a evitar situaciones como ésta.

Dieter Weiss y su colega, la Dra. Mareike Haass, darán una conferencia magistral durante la Evertiq Expo Varsovia el 24 de octubre de 2024. Expondrán sus puntos de vista sobre «La diferencia Este-Oeste de las empresas EMS en Europa», explorarán la dinámica regional dentro de la industria europea de servicios de fabricación electrónica.