Japón impulsa su industria de semiconductores con alianzas clave
El renacimiento de la industria de semiconductores de Japón avanza rápidamente, pero enfrenta desafíos que podrían determinar su éxito en el futuro.
El plan de revitalización de la industria de semiconductores de Japón, iniciado en 2021, ha mostrado un progreso notable, de acuerdo con una publicación de Nikkei Asia.
Un claro ejemplo es la apertura en febrero de este año de la primera planta de Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. (TSMC) en Kumamoto, que comenzará su producción en masa a finales de 2024. Por otro lado, la compañía japonesa Rapidus abrirá su planta piloto en Hokkaido en abril de 2025, marcando un hito para el país.
Factores que cambiaron el panorama
Japón, que en la década de 1990 había perdido su liderazgo en semiconductores frente a Taiwán, Corea y Estados Unidos, no parecía tener una estrategia clara hasta 2019. Ese año, el Ministerio de Economía, Comercio e Industria (METI) de Japón comenzó a diseñar un nuevo plan nacional.
Inicialmente, las expectativas eran bajas, pero dos eventos transformaron la situación. El primero fue la decisión de TSMC de construir una planta en Japón y el segundo la alianza propuesta entre IBM y Rapidus para colaborar en tecnologías avanzadas.
El gobierno japonés ha invertido más de 27 mil millones de dólares entre 2021 y 2023 para reactivar esta industria. Dentro de esta estrategia, se estableció la empresa Japan Advanced Semiconductor Manufacturing (JASM), una sociedad entre TSMC, Sony y Denso, para producir chips lógicos.
Esta fábrica será la primera de varias, ya que se planea la construcción de una segunda a finales de este año con la participación adicional de Toyota.
Desafíos por delante
A pesar del optimismo, Japón enfrenta obstáculos importantes. La falta de ingenieros capacitados es uno de los problemas más graves, pues muchos profesionales han emigrado al extranjero o ya están en edad de jubilación.
Además, Rapidus, la pieza clave del plan gubernamental para producir chips de 2 nanómetros, aún no tiene experiencia en la fabricación de chips y depende en gran medida de la tecnología de IBM. Algunos analistas califican este esfuerzo como un «logro tecnológico sin precedentes», pero dudan de su viabilidad en tan poco tiempo.
Japón busca recuperar su posición en el mercado global de semiconductores en un contexto de tensiones comerciales entre Estados Unidos y China. Esto podría darle una oportunidad única para consolidarse como un actor clave en las cadenas de suministro internacionales.