China refuerza controles de exportación a gigantes tecnológicos de EE. UU.
Las inspecciones más estrictas en las exportaciones están retrasando envíos clave de equipos y materiales. Esto complica la estrategia de empresas como Apple para diversificar su producción fuera de China.
China ha endurecido los controles de exportación sobre Apple y otras compañías tecnológicas estadounidenses, según informó el medio ijiwei, citando a Nikkei.
Estas medidas están dificultando la expansión de estas empresas hacia regiones como el sudeste asiático e India, y han generado retrasos significativos en el envío de equipos y materiales esenciales para la producción.
Inspecciones vinculadas a nuevas regulaciones
Desde principios de diciembre, China implementó controles más estrictos sobre las exportaciones de tecnología de doble uso, es decir, aquellas con aplicaciones tanto civiles como militares. Estas revisiones, según el informe, han retrasado durante días e incluso semanas los envíos destinados a países como Vietnam e India.
El impacto de estas medidas ha sido evidente en casos como el de Foxconn, uno de los principales socios de Apple. Según un informe de Rest of the World, esta compañía ha suspendido temporalmente el traslado de trabajadores chinos a su planta en India debido a las demoras en la autorización de viajes y al retraso en los envíos de equipos.
Esto representa un obstáculo para los esfuerzos de Apple de diversificar su producción de iPhones en India, una estrategia diseñada para reducir su dependencia de China en medio de las crecientes tensiones entre Estados Unidos y China.
Restricciones a materiales clave
En un anuncio oficial del 3 de diciembre de 2024, el Ministerio de Comercio de China detalló la prohibición de exportar materiales de doble uso a usuarios militares estadounidenses, así como nuevas restricciones sobre componentes clave como galio, germanio y grafito. Estas medidas incluyen revisiones más estrictas sobre el uso final de los productos.
El panorama se complica aún más con los planes de EE. UU. de aplicar un arancel del 10 % a los productos chinos, lo que ha acelerado los esfuerzos de empresas como Microsoft, Google y Amazon para trasladar parte de su producción fuera de China. Sin embargo, siguen dependiendo de las exportaciones chinas para equipar sus nuevas instalaciones en otras regiones.
La creciente vigilancia de las aduanas chinas es una muestra más de cómo las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China están reconfigurando las cadenas de suministro globales, obligando a las empresas a enfrentar desafíos logísticos y regulatorios.
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