Ley CHIPS ya ha generado 200 000 millones USD en inversiones privadas
La ley CHIPS ya ha desencadenado importantes inversiones privadas en Estados Unidos que reforzarán la economía estadounidense, la creación de empleo y la fiabilidad de la cadena de suministro.
Los responsables políticos de Washington dieron un paso importante para atraer inversiones en la fabricación de semiconductores e innovación en EE.UU. al aprobar la ley CHIPS y Ciencia en agosto de 2022. Y aunque el potencial de la nueva ley sigue dependiendo de su aplicación efectiva y eficaz, ya se pueden ver resultados.
Como señaló la Asociación de la Industria de Semiconductores (SIA, por sus siglas en ingles), empresas del ecosistema de semiconductores han anunciado numerosas iniciativas para mejorar la capacidad de fabricación en Estados Unidos entre el momento en que se propuso por primera vez la ley CHIPS y los meses que siguieron a su aprobación. Algunos de estos proyectos surgieron en previsión de la financiación de la ley CHIPS y dependían del compromiso de los responsables políticos de seguir adelante con dicha financiación, mientras que otros avanzaron tras la promulgación de la ley.
Según la SIA, se han anunciado más de 40 nuevos proyectos del ecosistema de semiconductores en Estados Unidos. Esto incluye la construcción de nuevas fábricas de semiconductores, la ampliación de fábricas existentes, e instalaciones que suministran materiales y equipos para la fabricación. Esto se traduce en casi 200 000 millones USD en inversiones privadas anunciadas, en 16 estados, para aumentar la capacidad de fabricación nacional. Además, se han anunciado unos 40 000 nuevos puestos de trabajo de alta calidad en el ecosistema de los semiconductores como parte de los nuevos proyectos.
Estos nuevos proyectos incluyen fábricas nuevas, ampliadas o mejoradas en varios segmentos de semiconductores (como lógica avanzada, memoria, analógicos y chips heredados), instalaciones de equipos de semiconductores e instalaciones para producir materiales clave. Estas iniciativas se consideran necesarias para reforzar el ecosistema de chips estadounidense.