Reino Unido dice que adquisición de VMware por parte de Broadcom podría perjudicar a la competencia
La Autoridad de Competencia y Mercados del Reino Unido afirmó que el acuerdo para que Broadcom compre VMware podría reducir la innovación y encarecer los componentes informáticos utilizados por la Administración, los bancos y las telecomunicaciones.
Broadcom desarrolla y vende componentes de hardware especializados que se utilizan en servidores, tales como tarjetas de interfaz de red y adaptadores de almacenamiento. VMware está especializada en productos y servicios de software, entre ellos software de virtualización de servidores, que permite utilizarlos de forma más eficiente separándolos en varios servidores virtualizados. Entre los clientes de VMware figuran grandes bancos, empresas de telecomunicaciones, departamentos gubernamentales del Reino Unido y otras instituciones públicas.
La investigación inicial de la Autoridad de Competencia y Mercado (CMA) analizó cómo el acuerdo de compra de VMware por 61 000 millones USD podría afectar al suministro de estos productos de software y hardware, y si esto daría a Broadcom la capacidad de situar a sus competidores en desventaja.
La CMA determinó que VMware ocupa una posición de liderazgo en software de virtualización de servidores, y que la compatibilidad con su software es crucial para los componentes de hardware de servidor de Broadcom y sus competidores. Así pues, a la CMA le preocupa que el acuerdo pueda permitir a Broadcom afectar negativamente a sus competidores al impedirles el suministro de componentes de hardware compatibles con VMware, como tarjetas de interfaz de red y adaptadores de almacenamiento, lo que reduciría la competencia y, en última instancia, las posibilidades de elección de los clientes.
La investigación también descubrió que la fusión podría dar lugar a que Broadcom obtuviera información comercialmente sensible —como detalles de nuevos productos previstos— que sus rivales de hardware suministran actualmente a VMware. Esto suscitó en particular la preocupación de que el acuerdo pudiera perjudicar a la innovación, lo que se traduciría en menos actualizaciones de productos o nuevas funciones para los clientes.
«Nos preocupa que este acuerdo pueda permitir a Broadcom eliminar competidores del suministro de componentes de hardware al mercado de servidores y conducir a una menor innovación en un momento en que la mayoría de las empresas quieren sistemas informáticos rápidos, con capacidad de respuesta y asequibles. Ahora le toca a Broadcom responder a nuestras preocupaciones o enfrentarse a una investigación más a fondo», afirmó David Stewart, director ejecutivo de la CMA, en un comunicado de prensa.
