El nuevo chip de Huawei es inferior a los producidos en EE. UU.
La secretaria de Comercio de Estados Unidos asegura que restricciones impuestas han sido eficaces, revelan un retraso significativo en los desarrollos de Huawei.
El más reciente avance de Huawei, el chip de 7 nanómetros fabricado en China y utilizado en el teléfono Mate 60 Pro, ha sido calificado como insuficiente por la secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo.
En una entrevista reciente, Raimondo destacó que esta tecnología está "años luz detrás" de los semiconductores estadounidenses, sugiriendo la efectividad de las restricciones comerciales impuestas a China.
Apuesta por la autonomía tecnológica
Este chip de 7 nm, considerado como el más avanzado que China ha logrado desarrollar hasta la fecha, representa un esfuerzo significativo por parte del gigante asiático para construir una cadena de suministro de semiconductores independiente.
A pesar de los desafíos, el gobierno de Xi Jinping ha invertido miles de millones de dólares en la industria, con el objetivo de alcanzar una autosuficiencia del 70% en la fabricación de semiconductores para 2025.
Huawei y SMIC, el mayor fabricante de chips de China, han sido los principales beneficiarios de estos esfuerzos estatales, aunque las tecnologías utilizadas aún presentan problemas de bajo rendimiento y altos costos.
El desarrollo y la producción de estos semiconductores reflejan la resiliencia de los fabricantes chinos frente a las sanciones lideradas por Estados Unidos, así como su capacidad para continuar innovando a pesar de las limitaciones externas.
La controversia continúa
El lanzamiento de productos como el teléfono Mate 60 y la reciente revelación de una portátil/laptop equipada con inteligencia artificial han mantenido a Huawei en el centro de la "guerra tecnológica" entre China y Estados Unidos.
Las licencias otorgadas a proveedores estadounidenses, como Intel, para continuar vendiendo a Huawei han generado descontento entre los críticos más duros de China en el ámbito político estadounidense.
A pesar de las presiones, la empresa continúa siendo un símbolo de desafío frente a las restricciones estadounidenses, marcando un hito en la tecnología, pero también un punto de fricción continua en las relaciones entre las dos superpotencias globales.
