EE. UU. planea restringir importación de vehículos conectados chinos

En una reciente declaración, Gina Raimondo, Secretaria de Comercio de los Estados Unidos, anunció que el gobierno estadounidense está considerando seriamente la posibilidad de restringir e incluso prohibir la importación de vehículos conectados fabricados en China. 

Esta posible acción responde a preocupaciones significativas sobre la seguridad nacional y la privacidad de los ciudadanos estadounidenses, quienes podrían estar expuestos a filtraciones de datos personales a través de estos vehículos.

Evaluación de riesgos en curso

El gobierno de EE. UU., a través del Departamento de Comercio, inició en febrero de este año una revisión detallada para determinar si la importación de automóviles chinos representa un riesgo para la seguridad nacional. 

La preocupación central es que estos vehículos conectados tienen la capacidad de recolectar extensas cantidades de datos sobre los usuarios. Esto incluye información personal, detalles de sus conversaciones dentro del vehículo, destinos frecuentes y patrones de conducción.

Esta evaluación se ha fortalecido con el análisis de comentarios del público, que fueron solicitados y recogidos hasta el 30 de abril. Raimondo destacó la importancia de esta revisión, indicando que la administración está decidida a tomar todas las medidas necesarias para proteger a los ciudadanos de amenazas potenciales relacionadas con la tecnología de estos vehículos.

La decisión de tomar «acciones extremas», como las mencionadas por Raimondo, refleja la creciente tensión entre Washington y Beijing, especialmente en áreas relacionadas con la tecnología y la seguridad. 

Este paso, aun en consideración, podría tener profundas repercusiones en el mercado automotor y en las relaciones comerciales entre ambos países y marcar un punto de inflexión en cómo se aborda la seguridad tecnológica en el ámbito de la importación de vehículos.