China lanza 3er fondo de inversión para fortalecer industria de semiconductores
El gigante asiático estableció el mayor fondo hasta la fecha, en un esfuerzo para alcanzar la autosuficiencia tecnológica frente a restricciones comerciales estadounidenses.
China ha lanzado su tercer fondo de inversión respaldado por el estado, destinado a potenciar su industria de semiconductores. La inversión será de un capital inicial de 344 mil millones de yuanes, equivalentes a 47,5 mil millones de dólares.
Esta iniciativa se produce en un contexto de tensión comercial con Estados Unidos, que ha impuesto controles de exportación argumentando que Beijing podría utilizar chips avanzados para fortalecer sus capacidades militares.
Un impulso financiero significativo
El fondo representa la fase más ambiciosa del plan de inversión en circuitos integrados de China, y se oficializó el pasado 24 de mayo bajo la supervisión de la Administración Municipal de Pekín para la Regulación del Mercado.
Este nuevo capital surge como respuesta directa a las medidas estadounidenses y refleja el compromiso del presidente Xi Jinping con la autosuficiencia tecnológica del país.
Las acciones de las empresas chinas de chips experimentaron un alza significativa tras el anuncio, con el Índice CES CN Semiconductor registrando un aumento superior al 3%, el mayor en más de un mes.
El Ministerio de Finanzas de China es el mayor accionista del fondo, con un 17% de participación y un capital aportado de 60 mil millones de yuanes. Otros importantes inversores incluyen al Banco de Desarrollo de Capital de China y cinco de los principales bancos del país, los cuales han aportado aproximadamente el 6% del capital total, cada uno.
Además de su enfoque en la fabricación de chips, se reporta que este fondo está evaluando contratar al menos dos instituciones para gestionar la inversión de esta tercera fase. Esta fase del fondo también se concentrará en el equipamiento para la fabricación de semiconductores, un área crucial para el avance tecnológico y la competitividad internacional de China.
Este movimiento estratégico muestra la importancia de la independencia tecnológica para China, al tiempo que marca un importante hito en la escalada de tensiones comerciales y tecnológicas con Estados Unidos, que continúan influenciando el panorama económico y político global.
