US Antimony reactiva su planta en México tras más de un año de inactividad
El foundry de Madero, Coahuila, vuelve a operar con antimonio importado, en medio de tensiones globales por minerales críticos.
La empresa United States Antimony Corp (US Antimony) anunció el reinicio de sus operaciones en la planta de foundry de Madero, ubicada en el estado de Coahuila, México, de acuerdo con Reuters.
El primer cargamento de mineral de antimonio, adquirido a proveedores internacionales, ya está siendo procesado, mientras se espera la llegada de dos embarques adicionales en los próximos días.
Esta reactivación ocurre tras una pausa operativa de más de un año, en un contexto global marcado por la disputa tecnológica y comercial entre China y Estados Unidos.
El regreso estratégico de una planta clave
La decisión de reactivar esta instalación se produce en un momento crítico para el mercado global de minerales estratégicos.
En diciembre pasado, China —principal productor mundial de antimonio— impuso restricciones a sus exportaciones de este mineral hacia Estados Unidos. Esto generó un alza significativa en los precios y una reorganización forzada en las cadenas de suministro internacionales.
La planta de Coahuila busca producir hasta 200 toneladas mensuales de antimonio antes de finalizar 2025. El mineral es esencial para diversas industrias de alta tecnología y defensa, desde la fabricación de baterías hasta aplicaciones militares.
“Estamos avanzando con rapidez para estabilizar el suministro de antimonio desde fuentes fuera de China”, señalaron desde la empresa en un comunicado.
Presiones geopolíticas y objetivos a largo plazo
El regreso de US Antimony a la producción en México también refleja un cambio de estrategia tras su salida del país en 2023. En ese momento, la compañía había decidido cerrar operaciones y vender su filial mexicana, debido al bajo rendimiento financiero de la unidad y la caída de los precios del antimonio.
Ahora, el panorama ha cambiado radicalmente. Con la presión del gobierno estadounidense por reducir su dependencia de minerales chinos —una política impulsada durante la administración Trump—, el relanzamiento de operaciones en Madero adquiere un carácter no solo económico, sino también estratégico.
La compañía busca posicionarse como un proveedor clave para el mercado norteamericano en tiempos de incertidumbre global.
