
Grave desigualdad en cargadores rápidos para coches eléctricos en España, según la OCU
Un nuevo informe advierte que muchas regiones españolas están muy mal equipadas para la movilidad eléctrica. La falta de cargadores rápidos frena la adopción de estos vehículos.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha alertado en un reciente informe sobre el desequilibrio y la escasez de cargadores rápidos para coches eléctricos en diversas zonas de España.
Según el estudio, no solo hay pocos puntos de recarga, sino que están mal distribuidos, son poco potentes y, en muchos casos, ni siquiera funcionan. Esta situación, señalan, pone en riesgo la transición hacia una movilidad sostenible.
Comunidades mal conectadas y desigualdad territorial
El problema es evidente en comunidades como Canarias, Galicia, Extremadura, Murcia o Baleares, en los que hay menos de 5 cargadores rápidos por cada 1.000 km de carretera.
En algunas zonas del interior, como Castilla-La Mancha, Aragón o Navarra, directamente no existe ningún punto de este tipo. Por el contrario, Madrid, Cataluña o la Comunidad Valenciana superan los 20 cargadores por cada 1.000 km, lo que deja clara la brecha territorial.
La OCU advierte que esta situación desincentiva la compra de coches eléctricos, que actualmente solo representan el 6,9 % de las matriculaciones en España, frente al 20,8 % de Portugal o el 18,2 % de Francia. Las diferencias entre comunidades autónomas son enormes, señalan desde la organización.
Una red deficiente y poco fiable
A esta desigualdad se suma un problema de calidad: solo el 8,7 % de los puntos tiene una potencia superior a los 150 kW, necesaria para recuperar más de 190 km en 15 minutos.
Y lo más preocupante: casi una cuarta parte de los cargadores están inoperativos por averías o retrasos en su puesta en marcha, según cifras citadas por la OCU y el barómetro de electromovilidad de ANFAC.
Ante este panorama, la OCU propone medidas urgentes como agilizar los trámites de conexión eléctrica —que pueden demorar hasta dos años—, reactivar las ayudas del Plan Moves de forma automática en el punto de venta y unificar los métodos de pago en las electrolineras.
También insisten en la necesidad de ampliar la red de carga rápida, sobre todo en carreteras, para evitar lo que llaman “la ansiedad de autonomía”.